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Mostrando entradas de 2008

¿Qué decir de Praga? II - Los checos están de moda en Europa

Praga está de moda. Todo el país lo está, y la razón es que durante los próximos seis meses la República Checa presidirá el consejo de la Unión Europea; es decir, será como el presidente de Europa durante un semestre. El anterior fue para Francia -Sarkozy no se hacía a la idea de dejar el "poder"- y esta vez es para los checos. La comunidad europea no está muy confiada acerca del buen desempeño de este pueblo en tal empresa. Además, el país no está aún en la "Eurozona" y la mayoría de la población aún no quiere estar ahí, según afirman, de esa manera la crisis mundial los perjudica un poco menos. Por otro lado, el presidente checo, Vaclav Klaus es un "anti-euro"; me explico, no le hace muy feliz la idea que la Unión Europea ostenta, pues aduce que las políticas no son uniformes. Otra vez, se trata de una comunidad, pero con trato distinto para los países ricos -Alemania o Francia- y para los no tan ricos. No le convence a él y a muchos en este país. En es

Círculo de lectura virtual: "El balcón", "Mi primer concierto" y "Nadie encendía las lámparas" de Felisberto Hernández

A falta de algo de peso, me limito a las obviedades. En los relatos de Felisberto Hernández acaso presenciemos la incorporación de una realidad de lo más simple dentro de un mundo, sino plenamente fantástico, sí al menos que explora el alma de las "cosas" o de las sensaciones, donde se les dota de vida, de un lenguaje. No parece importar -tal vez incurra en el primero de muchos errores en mis apreciaciones- el asunto de las historias o la escena en las que éstas tienen lugar, lo medular parece ubicarse en las "cosas diminutas" -en esto, como en otros aspectos, veo a un antecesor de Cortázar. Hernández aporta imágenes e ideas geniales, metáforas insospechadas, sinestesias riesgosas o como quiera decirse: "El silencio que se agranda en la gran tapa negra del piano", "al silencio le gustaba escuchar la música", "la gran sonrisa del gran piano, amarillenta, que parecía ingenua", "encender sonidos", "una melena ondulada, apoya

Círculo de lectura virtual: textos de Álvaro Mutis

"El último rostro" A mi juicio el relato más logrado de los tres. Este texto posee la virtud de combinar elementos históricos y ficticios; o, mejor dicho, crear, a partir de una referencia histórica (Simón Bolívar), una fabulación inusitada. No creo que abunden ejemplos similares al de este cuento de Mutis dentro de la literatura latinoamericana, en cuyos países se tiende más bien a deificar a los héroes nacionales que a cuestionarlos, y menos aún, a atribuirles sentimientos e ideas en desacuerdo al discurso "oficial" posterior. La sola caracterización del personaje, por lo demás muy bien realizada en lo fisiognómico (Por el rostro le cruzan vagas sombras. Una expresión de alivio borra las arrugas de la frente. Suaviza las comisuras de los labios. Casi sonríe . ), ubicada en el momento inmediatamente anterior a su muerte, cuando ya han pasado los tiempos de guerra y de construcción de las nacientes repúblicas, cuando se encuentra oculto, casi en fuga, repudiado por

Viaje fugaz a Luxemburgo

-"No se la [historia] refiero para su entretenimiento". - "Sólo digo que me entretiene", dijo K. "porque así obtengo la posibilidad  de echar un vistazo a ese ridículo embrollo del que en determinadas  circunstancias depende la existencia de un hombre". Franz Kafka, El Castillo ( Place de Bruxelles ) La burocracia me llevó a Luxemburgo. ¿Puede usted creer que la petición de una visa pueda conllevar un mar de complicaciones? Primera paradoja a los ojos de éste que escribe (claro, ¿de quién más? las artes burocráticas son de sobra conocidas por todos, pero todos se esfuerzan por ser arrastrados lo menos posible por su influjo, y cuando al infortunado, cual infecto de malaria, que de vez en cuando se las tiene que ver con esa maquinaria, el resto se limita a dar el pésame, el consiguiente golpecito en la espalda y media vuelta): para quedarse en un país, se tiene que verlo, conocerlo, tomarle el gusto, pero el deseo de quedarse no se expresa dent

Historias de cronopios y de famas / Manual de instrucciones - Prólogo, por Julio Cortázar

Catecismo frecuente de este tecleador, cuya lectura le ha provisto de una escama protectora contra esta maraña "que se proclama mundo", el texto que sigue es una nítida muestra de lo que se denomina "cortaziano". No deja de sorprenderme. La tarea de ablandar el ladrillo todos los días, la tarea de abrirse paso por la masa pegajosa que se proclama mundo, cada mañana topar con el paralelepípedo de nombre repugnante, con la satisfacción perruna de que todo esté en su sitio, la misma mujer al lado, los mismos zapatos, el mismo sabor de la misma pasta dentífrica, la misma tristeza de las casas de enfrente, del sucio tablero de ventanas de tiempo con su letrero "Hotel de Belgique" . Meter la cabeza como un toro desganado contra la masa transparente en cuyo centro tomamos café con leche y abrimos el diario para saber lo que ocurrió en cualquiera de los rincones del ladrillo de cristal. Negarse a que el acto delicado de girar el picaporte, ese acto por el cual tod

¿Qué decir de Praga?

Praga es una pequeña ciudad (cualquiera lo es si se la compara con la urbe tenochca) de poco más de un 1 millón de habitantes. Ubicada en la región de Bohemia -Moravia en el sur, colindante con Austria y Eslovaquia, y Silesia en el este, limitando con Polonia, son las otras dos-, Praga es la capital y la más grande del país. Éste posee sólo 10 millones y medio de almas y ese dato por sí solo puede dar la idea del cambio que esto representa para la existencia de un chilango atribulado, acostumbrado a abrirse paso entre las multitudes. Praga es sus paisajes: el río Vltava (Moldava) que parte la ciudad, sus puentes, entre ellos el famosísimo Karluv Most (Puente de Carlos), elaborado en piedra y con 650 años encima, se escucha que es el puente más bello de Europa. Por supuesto, no puede faltar en un breve recuento la gigantesca catedral de san Vito en el punto más alto de la ciudad. A dondequiera que se mire se verá la omnipresente construcción. El transporte praguense

"Patria derrota", por Guillermo Sheridan

En este texto, paradigma de la "crónica satírica" o bien del "retrato de caracteres (mexicanos)" Sheridan interpreta -con esa receta infalible, cuyos ingredientes básicos son enfado, socarronería y reflexión penetrante- lo que la derrota ha significado para este pueblo tan peculiar. Patria derrota (Tomado de "Letras Libres", ag. 08) por Guillermo Sheridan Me fastidian las famosas olimpiadas. El único deporte que me provoca interés es la halterofilia: qué edificante es ver a uno de esos búlgaros potentes, como pequeños toros bípedos, cuando es aplastado por los trescientos kilos de sus pesas descomunales. Fuera de eso, qué tedio el desfile de adonis y venus sudorosos, la gangosa exaltación de los cronistas, la identificación del medallero con el poderío de las patrias...Lo peor de todo es enterarse de los intensos análisis que explican las garbosas derrotas nacionales. Es que extraña su taquito. Es que perd