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Mostrando entradas de febrero, 2011

Reseña: David Llorente, "El bufón".

En "El bufón" (2001) nunca están claros -ni deseable que lo estén- los límites entre lo real y lo imaginario. Mejor dicho, no los hay. Desde el inicio mismo, a la manera del drama, el autor nos sitúa dentro de la atmósfera que habrá de tener toda la novela, y esa atmósfera es fundamentalmente la que se gesta durante la pesadilla de un personaje: el bufón (¿cómo entender de otra manera la incongruencia, por ejemplo, entre la ausencia de campanas en la acotación inicial y sus toques a rebato durante la narración sino como una inversión, un desfase, producto de la pesadilla?). ¿Por qué el bufón? Dentro de la tradición literaria el bufón ha sido un personaje ambivalente; por un lado, provoca la risa, la risa morbosa, por su fisonomía contrahecha (tráigase a la mente, aunque sin ser aún un bufón strictu sensu , al Tersites de Homero), pero también por lo que es capaz de hacer, ya sean piruetas o burlas. De sus flechas nadie se escapa, ni siquiera los monarcas. Su influencia,

Reseña: Johannes Urzidil, "Tríptico de Praga", Valencia, Pre-textos, 1996.

Aún recuerdo vivamente la apertura del segundo acto de Prodaná Nevěsta , aquel himno exaltado y jovial que en la taberna le dedican los convidados del pueblo a su néctar tutelar. Poco importa ahora que en la ópera los cantos al divino líquido sirvan sólo como pretexto para ensalzar las virtudes del amor o el dinero, defendidas por Jeník y Kecal respectivamente. Lo que interesa subrayar es la actitud de un pueblo que, a pesar de encontrarse con frecuencia inmerso en la tristeza o la desgracia, se procura momentos para levantar la mirada y reconocer la alegría. Un espíritu algo similar encuentro de primera instancia en los relatos de Urzidil. El "Tríptico de Praga" es varias cosas, pero ante todo es una alabanza a la caput urbium bohemorum , una ciudad que pese a la ingente cantidad de infortunios siempre resurge de entre sus cenizas y continúa sorprendiendo a sus moradores. Al menos eso es lo que se puede apreciar en la primera parte del libro. De la mano de un mozuelo (que n