
Tarde me entero del alboroto que la instalación del -no sé si decir "artista" como le llaman todos- checo David Cerny ha suscitado en el gallinero de la unión europea. Se le encomendó a Cerny la tarea de elaborar una obra que enmarcara la presidencia checa de la unión durante el primer semestre del año dentro del edificio Justus Lipsius de Bruselas. Y él la llevó a cabo. Contrató y coordinó a 26 -me niego a llamarles "artistas"- provenientes de cada uno de los países de la unión, y crearon "Entropa". A muchos les gustó la obra, a mí particularmente me pareció ingeniosa -de ahí mi renuencia a llamar "arte" a esto o "artista" a su creador, sencillamente porque no es genial. La instalación consiste de 27 "símbolos" que aluden a estereotipos de cada uno de los estados miembros, según Cerny y su grupo. Así, por ejemplo, Italia es un campo de fútbol con jugadores que se masturban con el balón, Luxemburgo un trozo de oro con un anuncio de "se vende", Bélgica es una caja de bombones de chocolate, Suecia es un paquete de IKEA, Grecia es un campo calcinado, el territorio francés está cubierto por una manta con la leyenda "huelga", Bulgaria es una serie de baños turcos, donde hay que defecar de "aguilita", Alemania -el mejor símbolo en mi opinión- es una serie de tramos de autopista que acaso conformen veladamente la satanizada cruz gamada (esvástica), entre otros. Pero quizá lo más divertido del asunto haya sido, primero, descubrir que el tal Cerny no contrató a los instaladores de toda Europa que dijo haber contratado, sino que inventó los nombres, sus perfiles, sus currícula y hasta sus sitios web, y él hizo solo con unos amigos toda la instalación. Me encantó el chiste. Se lo hizo a todas las delegaciones europeas del parlamente, porque a Europa toda no.
Segundo, divertido fueron las ridículas protestas de algunas delegaciones, como la de Bulgaria que le pareció de mal gusto retratar a su país con unos baños, que dicho sea de paso sí son en extremo comunes en aquel país, y que ya me anda por probar -me dicen que se coloca uno en posición "aguilita", apunta el ano hacia un pequeño agujero en el suelo, eso sí asiéndose de unos tubos ajustados en el suelo que se tienen al frente, a la altura de cada una de las rodillas, y listo. Bueno, que en general toda Europa está molesta con Cerny y, como el viene de acá -Chequia-, pues con los checos todos.
El tal Cerny -en su imagen se le ve con un copete entallado sobre la frente, el resto del cabello alborotado, grasiento y mal cortado, un sueter ajustado color rojo con las puntas del cuello de la camisa blanca con cuadros negros, estereotipo de los "artistas di hoy"- se vio obligado a pedir disculpas y dijo: "quería ver si Europa tenía la capacidad de reírse de sí misma". Al parecer, como cualquier acomplejado, nunca la tenga.
Comentarios