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Mostrando entradas de enero, 2009

¿Cuál sería la opinión de Picasso?

El último domingo no sabía qué hacer. Me sentía dentro de un completo encierro. La concentración no se afincaba en mi cerebro. No podía escribir, y no he podido desde entonces. Bajos esas circunstancias decidí salir. Busqué las famosas actividades culturales, y una ciudad como Praga debe tener a raudales. ¿Qué hubiera pensado Picasso? ¿Se habría imaginado que sus obras servirían de móvil para un tipo que sintiera claustrofobia en el apartamento de su mujer en Praga cien años después? De pintura nunca he podido hablar con lucidez. En realidad de casi nada. Sin embargo, lo más significativo de la jornada fue que me sentí profundamente cómodo dentro de los muros de la galería (otro prodigio en donde por lo general me gobierna el tedio). No sólo contemplé la serie "Les saltimbanques" de Pablo, me paseé también por la obra de algunos expresionistas y van Gogh. Por último, las "instalaciones", el arte-poema virtual (o como se llame), también me causó una impresión, digam

"Entropa" incomoda a Europa

Tarde me entero del alboroto que la instalación del -no sé si decir "artista" como le llaman todos- checo David Cerny ha suscitado en el gallinero de la unión europea. Se le encomendó a Cerny la tarea de elaborar una obra que enmarcara la presidencia checa de la unión durante el primer semestre del año dentro del edificio Justus Lipsius de Bruselas. Y él la llevó a cabo. Contrató y coordinó a 26 -me niego a llamarles "artistas"- provenientes de cada uno de los países de la unión, y crearon "Entropa". A muchos les gustó la obra, a mí particularmente me pareció ingeniosa -de ahí mi renuencia a llamar "arte" a esto o "artista" a su creador, sencillamente porque no es genial. La instalación consiste de 27 "símbolos" que aluden a estereotipos de cada uno de los estados miembros, según Cerny y su grupo. Así, por ejemplo, Italia es un campo de fútbol con jugadores que se masturban con el balón, Luxemburgo un trozo de oro con un anu

Publica sin límites

Permítanme contarles en esta ocasión lo que me encontré esta mañana en la red  http://www.elpais.com/articulo/portada/PUBLICAS/QUIERES/elppgl/20090123elptenpor_2/Tes . Recientemente u n sitio en español (bubok.es) ha comenzado a funcionar como editorial y librería virtual. Sí, así es. Se trata de una idea que, como todas en la posmodernidad, proviene de Estados Unidos (una vez más -¡qué acedia!- somos testigos de una de esas historias americanas que tienen como protagonistas a hombres -y mujeres- esforzados y creativos, nuevos estandartes del mundo libre, que decidieron ponerse en pie de guerra desde su pequeño reducto contra las grandes corporaciones, para finalmente volverse una corporación más con agentes delegados, consejeros, etc.). Según se hace patente en el sitio, ahora "todos" podrán publicar en Bubok de forma gratuita, o al menos todos los que tocaban puertas en las editoriales tradicionales, las antediluvianas, y nadie les abría. Como todo ahora, public

Círculo virtual de lectura: "Sábado de gloria", "Beatriz, la polución" y "La noche de los feos" de Mario Benedetti

En "Sábado de Gloria" el individuo es un prisionero. Su cotidianidad "hipertrivial" es la trampa. A pesar de ello, existe un menudo resquicio por el que el sujeto puede aún vislumbrar la existencia de los temas "graves": la vida, la muerte, la guerra y, claro, el fútbol. Por un lado, quizá este aspecto merezca una posible crítica, pues a mi juicio se aparta un tanto de la realidad. Mi pesimismo me lleva a pensar que nadie o casi nadie es ya capaz dentro de las condiciones actuales de conciliar el marasmo en el que cada quien se encuentra con la reflexión o la incertidumbre de saberse en ese estado. Por otro lado, esto es ficción y tal aspecto es acaso lo que da efectividad al relato. Desde otro enfoque el relato trae a escena la insoportable idea del cambio, cuya máxima expresión es la muerte. Si bien la rutina es despreciable, resulta preferible cuando tenemos el fin de la existencia en la mira. En ese caso, el personaje del relato recurre a todo, a f

Níveo día

No ha parado de nevar en todo el día. Los autos están cubiertos con un manto blanco, las aceras y los caminos afelpados, los faroles y los tejados avejentados con sus barbas canas. Es el reino blanco. Yo no he dejado de mirar por la ventana. No termina de sorprenderme el paisaje. Me gustaría salir a la calle, armar un arsenal infinito de bolas de nieve y lanzarlas en todas direcciones. Al medio día, salgo a comprar algunas cosas y en el camino me detengo a mirar a los niños deslizándose desde las pequeñas colinas, recolectando la espuma, construyendo castillos de diamantes, estilizando a los hombres gordos (aunque aún no veo los peines como mostacho o las zanahorias como nariz). Percibo bajo la lluvia de algodón una ambiente cálido. Los adultos también suben a los trineos y se impulsan llevando a sus hijos por delante. El tiempo no pasa. Por fin encuentro un remanso de paz. Estoy en el cielo, camino entre nubes. No ceso de imprimir mis huellas. Busco las más profundas para sentir

Concatenaciones

!Concatenaciones o azares¡ Ahora que ando hojeando "Rayuela", de eso parece estar constituida la novela. Pongo un ejemplo. Ayer por la noche regresábamos de algún bar y sin proponérmelo y sin haberlo hecho ya desde hacía varias noches, miré hacia el cielo. Fue un acto involuntario, una necesidad corporal. !Contémplame, hoy estoy radiante¡ Y así era, había cielo limpio, colmado de estrellas. Unos pasos adelante, me encuentro una imagen fascinante. ¿Sus artífices? Un farol convencional y unas ramas secas. Juntos tejían una provocadora telaraña. Por un par de segundos, poco más, mis ojos no consiguieron sustraerse al magnetismo. Era un abismo luminoso, un sol inmenso y profundo. Estoy seguro de que si regreso a mirar el nido incandescente protegido por los finos tejidos de araña no podré encontrarlo. Más tarde, al llegar a la casa, con total azar comienzo a ver algunos videos sobre Julio, entrevistas, etc. Los paseos nocturnos por París -dice- son los verdaderamente reveladores